EDUCACIÓN FÍSICA
¿Qué se evalúa?
El aprendizaje a través de los
aprendizajes esperados, la enseñanza y la planeación de actividades.
¿Para qué se evalúa?
Los fines de la evaluación en
Educación Física están orientados a que el propio alumno se reconozca y
recupere lo que es capaz de hacer y de alcanzar. A través de la evaluación, se
pretende realizar una observación sistemática de los avances de los procesos
implícitos en el desarrollo de las competencias de la asignatura.
La evaluación tiene como finalidades:
- Verificar los logros o
dificultades en el aprendizaje de los alumnos, para ello, los aprendizajes
esperados permiten ver el dominio o adquisición de las competencias en
construcción.
- Reflexionar sobre aspectos
globales de la aplicación de estrategias didácticas.
- Analizar los elementos que
regulan el proceso didáctico en su conjunto para reorientar la acción educativa
en los casos necesarios.
¿Con qué se evalúa?
Se evalúa con registros de
indicadores que dan cuenta del desarrollo de la competencia y de los alcances
de los aprendizajes esperados, para el proceso de evaluación se sugiere partir
de:
La observación sistemática
El registro anecdótico
Las listas de cotejo
La recopilación de evidencias,
entre otros.
Además de considerar la autoevaluación,
coevaluación y heteroevaluación.
¿Cómo evaluar?
Evaluación del aprendizaje. El
programa orienta sus contenidos hacia la adquisición de competencias, por ello
será necesario utilizar instrumentos para la evaluación criterial, la cual
busca comparar al alumno consigo mismo, con criterios derivados de su propia
situación inicial, que adquiera conciencia de sus avances, atendiendo sus
respuestas para construir nuevas situaciones de aprendizaje.
Evaluación de la enseñanza. El
docente debe tener la habilidad en el manejo de la competencia presentada y una
adecuada conducción del grupo para dinamizar las estrategias que hacen posible
la construcción de las competencias propuestas, darle tratamiento adecuado a
cada una de ellas, observando las conductas motrices que desencadenan las
sesiones en sus alumnos, verificar la complejidad de la tarea asignada a cada
uno, así como sus respuestas y el nivel de apropiación de cada competencia. Con
ello, determinar el ritmo personal de aprendizaje y orientar la puesta en
marcha de acciones cada vez más complejas. Crear ambientes de aprendizaje,
incrementa la posibilidad de predecir futuras acciones en la sesión.
Llevar un registro anecdótico de
las conductas observables del niño durante la sesión, a través del diario del
profesor, resulta de gran utilidad para la evaluación, y compartirla con otros
docentes será de gran valor para la intervención pedagógica.
• Evaluación de la planeación de
actividades. En este proceso de la evaluación, el docente analiza el cumplimiento
de los aprendizajes esperados, de las actividades, la temporalidad de cada
bloque de contenidos, la pertinencia de los recursos materiales y espaciales
utilizados, el dominio de la competencia mostrada, las dificultades en relación
con la gestión escolar, entre otros.
Cada bloque presentado debe
considerar una evaluación inicial, a fin de determinar las experiencias previas
de los alumnos respecto a la competencia en desarrollo, para de esta manera
diagnosticar las habilidades del grupo y determinar las posibles dificultades y
fortalezas en la implementación del siguiente bloque.
Al término de cada bloque se
aplica nuevamente un mecanismo de verificación criterial de los aprendizajes
logrados. Se sugiere repetir la estructura básica de la primera sesión para
partir y continuar con los mismos elementos de diagnóstico.
¿A quién se dirige la evaluación?
En este programa, la evaluación
está dirigida a los alumnos para fortalecer su trabajo y mejorar su desarrollo,
les permite autoreconocerse y tomar conciencia de sus potencialidades,
superando sus limitaciones. Sin embargo, se deja de considerar al alumno como
el único evaluado, en el docente, la evaluación le permite realizar los ajustes
necesarios para que la relación pedagógica se oriente hacia los fines establecidos;
¿Cuándo se evalúa?
Al inicio y final de los bloques
(diagnóstico y valoración), durante el proceso (evaluación formativa) y al
final de este confrontando el logro de los aprendizajes esperados. No se trata
de evaluar cada una de las actividades o de las secuencias, sino que han de
buscarse momentos clave que permitan recuperar la información que brinda el
proceso de evaluación.
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