EDUCACIÓN ARTÍSTICA
¿Qué se evalúa?
Evaluar permite reconocer las
capacidades propias y de otras personas, ampliar la visión constructiva al
aportar ideas y sugerencias al apreciar, valorar y mejorar los procesos de
diseño y construcción de creaciones, los cuales representan experiencias
favorables en el desarrollo de la competencia cultural y artística, así como el
de las competencias para la vida.
En educación artística los
alumnos y el maestro, desarrollan habilidades para la observación, argumentación
y reflexión que los lleva a emitir opiniones informadas y críticas, en el
proceso mismo de evaluar, al ser evaluado, autoevaluarse, y evaluar a los otros
(heteroevaluación, autoevaluación y coevaluación).
Algunos aspectos que se pueden
observar en el trabajo de los alumnos para ser evaluarlos son:
El conjunto de procedimientos
que utiliza el alumno para lograr un propósito estético-artístico determinado,
tomando en cuenta el proceso de creación y el producto final. Es importante que
el maestro se dé cuenta cómo el alumno se va apropiando gradualmente de los
diferentes lenguajes artísticos.
El grado de inventiva en el
proceso y los productos. Esto tiene que ver con el desarrollo de la creatividad
del niño, es decir, saber cómo resuelve situaciones y reflexiona sobre sus
procesos de logro.
La expresividad estética
reflejada en la forma cómo los alumnos hacen uso de los medios, materiales y
herramientas de los lenguajes artísticos.
La valoración que da el alumno
a las manifestaciones culturales de su entorno y del mundo.
¿Para qué se evalúa?
La evaluación permite apreciar y
reconocer el trabajo realizado en el proceso de aprendizaje de los alumnos,
esto implica analizar, reflexionar y sacar conclusiones sobre cómo aprenden y
cómo utilizan ese aprendizaje. Con lo anterior el docente puede recuperar
información necesaria que apoye las formas en las que organiza su práctica
docente y mejorarlas, por lo que es importante tomar en cuenta los siguientes
aspectos:
Conocer el nivel de logro
educativo de los aprendizajes de sus alumnos.
Identificar los intereses y las
necesidades educativas de sus alumnos, como áreas de oportunidad para seguir
aprendiendo.
Valorar la participación del
alumno en el estudio de la educación artística como creador, productor, diseñador,
público espectador y crítico.
Reconocer las competencias
docentes, lo que se refiere al dominio y práctica de formas de enseñanza
acordes a las necesidades de sus alumnos a partir del programa de Educación
Artística.
Orientar los procesos continuos
y finales en la toma de decisiones que respondan a las necesidades específicas
de los alumnos.
La evaluación también permite al
maestro comentar con los padres de familia los logros de los alumnos y hacerlos
co-participes y co-responsables de su proceso educativo. Es importante que las
familias valoren los alcances de los niños y los apoyen a enfrentar retos, si
esto sucede podrán apoyar y estimular a los niños a seguir aprendiendo.
¿Con qué se evalúa?
Algunos instrumentos que
permitirán realizar la evaluación son:
Portafolios
Bitácora o diario de clase
Rúbrica
Guía de observación
Cuestionarios de opinión y
entrevistas
Registros de logros relevantes
Fotografías, videos, audios,
entre otros.
¿Cómo se evalúa?
Las formas de trabajo y evaluación
deben permitir al maestro acompañar a los alumnos como guía en su proceso de
construcción y desarrollo de conocimientos, habilidades, actitudes y valores a
través de la observación, para reconocer qué ocurre en los procesos de
desarrollo infantil. Por lo qué es necesario recuperar la información, que sea
relevante y útil, que refleje lo que el alumno ha logrado.
Es importante preguntar a los
alumnos en los momentos de acción y estudio en el aula, ¿qué es lo que está
sucediendo?, ¿qué es lo qué hacen? y ¿porque lo hacen de esa forma?, ya que es
a través de la comunicación con ellos que se puede conocer el nivel de
adquisición de los aprendizajes propios de las artes y su utilización
pertinente en diferentes situaciones.
La observación, la argumentación,
el cuestionamiento, la reflexión de lo sucedido y el análisis de sus creaciones
es lo que permite la retroalimentación del maestro con los niños, así como la
reflexión y valoración de sus aprendizajes, a continuación se explica cada una:
Observar es mirar con atención
lo que saben los niños, cómo lo utilizan para explorar, indagar, conocer y
resolver situaciones en lo individual y en el trabajo colaborativo. La
observación puede realizarse dentro de la participación en las actividades o
sólo como espectador.
El análisis de producciones
ayuda a saber cómo trabajan los niños y qué son capaces de hacer, indican las
particularidades en el uso y conocimiento de materiales y formas de hacer, así
mismo muestra las áreas de interés que expresan. Permite el tratamiento del
error como una experiencia formativa y como una oportunidad para realizar
tareas y acciones de forma nueva y diferente.
Argumentar se refiere a la
acción de comentar lo que sucedió o se realizó; es una forma de validar y
justificar lo que se piensa o se hace. Sucede cuando los alumnos exponen su
trabajo ante los demás y describen cómo lo realizaron y explican por qué y para
qué ejecutaron tal o cual acción o producción. Exponen abiertamente sus
opiniones y escuchan las opiniones y propuestas de los demás, de esta forma no
sólo se enriquece su trabajo, también exploran y reconocen diversas formas de
pensar y de hacer, ejercitan el juicio crítico y conocen formas diferentes de
percibir y conocer el mundo.
Reflexionar sobre su
participación en los procesos de aprendizaje permite a los alumnos, reconocer
lo que son capaces de hacer, identificar formas de cómo obtener nuevos logros y
a su vez los orienta a buscar diferentes formas de enfrentar nuevos retos con
mayores elementos.
¿A quién se dirige la evaluación?
Participan en el proceso de
evaluación el maestro y los alumnos a través de la evaluación cualitativa, la
autoevaluación y la coevaluación.
¿Cuándo se evalúa?
Se evalúa al inicio, como
diagnóstico, para reconocer los conocimientos previos de los alumnos e
identificar necesidades y expectativas así como intereses y gustos de ellos.
Durante los procesos de acción de
los alumnos para tener evidencias que permitan reconocer el nivel de logro de
los aprendizajes.
Al final del ciclo escolar, con
la finalidad de dar cuenta si se ha alcanzado, y en qué medida, el logro de los
aprendizajes esperados, tanto de forma individual como grupal.
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